Hola, sean todos bienvenidos para acompañarnos en este día tan importante para nosotros.
Mi primer agradecimiento es para Jaime, mi pareja, por su invitación a escribir juntos este libro, por creer que yo estaba lista para emprender una tarea de esta envergadura, a pesar de ser éste mi estreno como escritora.
Aceptar su invitación, significó un desafío para la realización de un sueño de mi niñez.
Porque desde que tuve un libro en mis manos quise ser escritora, pero el sueño fue postergado, ya que la vida me llevó por otros rumbos.
Esto demuestra una primera lección en el camino del Desarrollo Personal: nunca es tarde para realizar nuestros sueños, nunca es tarde para abrirse a nuevas experiencias.
Escribir un libro no es fácil; menos fácil es escribir a dos manos; quizás menos fácil aún, siendo los autores pareja.
Por esto es que valoro con todo mi corazón esta experiencia hermosa, porque el proceso lo hicimos con amor, respetándonos y respetando los puntos de vista, ideas y reflexiones del otro, poniéndonos de acuerdo.
Por más de un año escribimos, nos revisamos y nos corregimos mutuamente, sin conflictos, sin que alguna diferencia nos enojara. Te agradezco Jaime que trabajáramos de igual a igual, aunque tú seas un escritor consagrado y yo una debutante. También te agradezco que a partir de esta experiencia, me hayas animado a plasmar en un libro mis poemas Haikus y me ayudes hoy a que este libro pueda ser una realidad dentro de muy poco tiempo.
Estoy muy agradecida de la Editorial Catalonia que creyó desde el primer momento en nuestro libro y aceptó darlo a luz. Su trabajo y acompañamiento, durante todo el proceso de edición, fue excelente y muy valioso para nosotros.
Agradezco también a Rosa Gianini, que nos hace el gran regalo de presentar nuestro libro en un día tan especial para ella como es el de su cumpleaños. Felicidades querida Rosa.
Sicóloga, sabia, maga, alquimista, trabajadora incansable ayudando a las personas a recuperar su bienestar emocional, a superar crisis, a dar orientación y guía en el proceso de autoconocimiento y desarrollo personal.
Doy fe de esto, porque cuando hace más de treinta años me encontraba en el umbral de este camino, con mi decisión consciente de seguirlo, sentí que mi primera lección debía ser aprender a interpretar mis sueños, para poder escuchar los mensajes de mi inconsciente. Fue entonces, que visitando una librería de Providencia, apareció el nombre de Rosa en un pequeño aviso que anunciaba un taller de sueños. Otra lección en el camino del Desarrollo Personal: estar atentos a los mensajes, a las sincronías; yo necesitaba ese taller y ahí apareció ese cartelito, ofreciéndomelo.
En todos estos años, Rosa ha estado ahí cada vez que la necesito, hasta hoy, cuando requiero una orientación, una guía, una conversación profunda o una ayuda terapéutica, para sanar heridas y avanzar en mi camino.
Gracias Rosa, por todo y especialmente por esta presentación.
Como dice la bajada de título del libro, lo que proponemos es “Un Camino para el Desarrollo Personal”. Esto significa que hay muchos otros caminos, y cada persona irá eligiendo cuál o cuáles va tomando. No hay un orden establecido, las señales están dentro de nosotros y así se manifestarán afuera, apareciendo la persona adecuada para ayudarnos y/o acompañarnos en el proceso.
He transitado por diferentes caminos en este proceso, a lo largo de los últimos treinta y tantos años.
Las herramientas que he elegido, han sido los Sueños, el Tarot, la Astrología, la Mitología, el Yoga, el Reiki, la Magia, el Arte.
Y mucho más.
También la lectura de muchos libros, un taller de autobiografía para recorrer y recordar mi vida y muchos talleres de mujere, para adentrarme en el conocimiento consciente de mi ser femenino.
Además, debo mencionar mis numerosos viajes por lugares de Chile, desde el Norte hasta las Torres del Paine; y por otros puntos de América, Europa y África.
Esos viajes, la mayoría de ellos sola, han sido valiosos maestros que me han enseñado más sobre mí, sobre las personas y sobre las culturas del mundo, con su historia y sus mitologías.
En esos viajes he podido plasmar, en miles de fotografías, no sólo lo que observo fuera de mí, sino también reconocer lo que en ese acto de fotografiar se abre en mi interior.
Mujeres y hombres sabios han acompañado mi camino. Ya mencioné a Rosa. Pero también, hoy debo recordar a otros que han sido muy importantes: Gonzalo Pérez, Gabriela Rodríguez, Aníbal Bascuñán, Luz Clara, entre otros.
No olvido el maravilloso equipo de mujeres del Centro Tremonhue en San José de Maipo, donde participé durante varios años, en intensos talleres de desarrollo personal. Ese fue un lugar de aprendizaje, de acompañamiento, de sanación, de solidaridad y empatía entre mujeres de diferentes edades, que compartimos nuestros dolores, alegrías y experiencias, con el mismo anhelo de ser nosotras mismas, y avanzar en nuestro autoconocimiento.
Y todo ello, ¿para qué?
Para ser cada vez más feliz al saber quién realmente soy y cuál es mi tarea en esta encarnación.
El camino de autoconocimiento no sabemos cuándo puede empezar. Sucederá cuando estemos listos. Pero, cuando ya estamos transitando por él y adquirimos conciencia de esto, sabremos que sólo terminará el día en que desencarnemos.
Por esto no dejo de buscar, de ir más allá. Así fue como apareció, hace cinco años Jaime en mi camino, un nuevo ser para compartir conmigo en sus talleres su saber y su sabiduría.
Reencarnación, Ángeles, Misterios de las Religiones, Hablemos del Alma, Las Cartas Sobre la Mesa, fueron algunos.
Y finalmente Alquimia Vital, taller que duró dos años.
Este taller fue una experiencia fuerte y maravillosa que me permitió llegar todavía más lejos en mis profundidades, en el conocimiento real de mi tarea de vida para esta encarnación.
En el taller aprendí a escudriñar en mis dificultades aún desconocidas y también en mis talentos que no había aprovechado. Fue un avance a pasos agigantados hacia mi meta, la meta que tenemos cada uno de nosotros, en cada vida.
Los participantes pudimos conocer con más precisión y conciencia, quienes realmente somos, qué tareas vinimos a realizar, con la intención y la posibilidad de acercarnos a esa meta final que es la realización personal consciente que nos acerca a la Divinidad, que es de donde vinimos y hacia donde retornaremos finalmente.
Llegué al conocimiento de la Alquimia, con todo lo que había caminado antes.
Esta experiencia real, que viví, que trabajé, que me permitió mirar más allá de todo lo ya conocido, es una muestra categórica de que no importa la edad que tengamos, porque siempre es posible avanzar, cambiar, transformarnos, recuperar nuestra esencia y ser realmente felices, con las luces y las sombras que nos toca vivir.
Y por cierto, sin olvidar que si otros han estado ahí para ayudarnos, nosotros también tenemos que estar dispuestos para entregar lo aprendido a quienes lo necesiten.
Las personas que estamos en el camino de avanzar en sabiduría, tal como las personas ya sabias, no debemos guardar para nosotros lo aprendido, tenemos que compartirlo.
Es justamente lo que queremos hacer con este libro.
Muchas gracias.